Madrid. Secretos y curiosidades 2
La villa de Madrid, capital de España y ciudad en la que viven más de 3 millones de habitantes está llena de leyendas, historias, y rincones escondidos.
1. Única estatua a Satanás del mundo
La única estatua dedica a Satanás en todo el mundo se encuentra en el Parque del Retiro. El llamado Monumento del Ángel Caído se encuentra en el parque del Retiro de la Villa de Madrid, en la Glorieta del Ángel Caído. Es obra de Ricardo Bellver (escultura principal) y Francisco Jareño (pedestal) y fue inaugurada en 1885. Además esta estatua se encuentra exactamente a 666 metros sobre el nivel del mar.
2. Madrid sin castañas
Los puestos de castañas asadas, tan típicas en Madrid y agradable alivio para los fríos paseos de invierno, estuvieron a punto de desaparecer en un diciembre de hace cuatro siglos. Entonces, el Ayuntamiento dijo que las castañas sólo podían venderse en los puestos de fruta de los mercados, del mismo modo que las crudas. Como medida disuasoria, se dictó una sentencia que establecía que quien montara su puesto ambulante recibiría una sanción de mil maravedíes y un año de destierro de la Villa. Superada la «persecución» gracias al tesón de las castañeras, el oficio se ha convertido con el paso de los años en un elemento clásico de la ciudad, e incluso una suerte de empleo para muchas personas.
3. La Cibeles guardiana del Banco de España
La fuente de Cibeles es clave en la seguridad del Banco de España. En caso de que las alarmas de la cámara de oro sonaran por intento de robo, la fuente la inundaría en segundos. Esto es posible por la canalización del agua, que va del subsuelo, justo debajo de los leones que tiran la carroza, a la cámara ubicada a 35 metros de profundidad.
4. Reloj más grande de Madrid
Aunque la fama pudiera evocar al reloj de la Puerta del Sol, el más grande de todo Madrid está en Atocha, asidero de viajeros y viandantes. Situado en lo alto de una torre de ladrillo, este reloj con fondo blanco tiene unas manecillas que miden 5 y 7 metros respectivamente. Lejos de la historia que ocultan sus «hermanos» en otros puntos de la ciudad, éste es relativamente joven: fue construido en la remodelación de la estación de Atocha, entre 1985 y 1992, a cargo de Rafael Navarro. Un faro para pasajeros con prisas.
5. El «tiovivo» nació en Madrid
El origen de esta palabra tiene su origen en Madrid, en una curiosa relación entre los carruseles de caballitos para niños y el propietario de un negocio de carruseles del actual Paseo de Delicias, apodado como el «Tío Esteban». A Esteban Fernández, como se llamaba, se le creyó muerto por una epidemia de cólera que arrasó Madrid en 1834. Cuando era transportado para ser enterrado, Esteban «resucitó» y salió del ataúd exclamando: «¡Estoy vivo, estoy vivo!». Evidentemente, el «Tío Esteban» no estaba muerto, y desde entonces, a su carrusel se le empezó a llamar en todo Madrid como el del «Tío vivo», lo que mutó en el actual nombre que recibe esta popular atracción de feria.